Invertir en un negocio es una actividad arriesgada, aunque definitivamente necesaria si quieres progresar en tu vida profesional, no hay garantía alguna de un retorno de inversión, esto hace que muy pocas personas se arriesguen a invertir en un negocio, por el miedo al fracaso o a descapitalizarse.
El inversionista es algo fuera de lo común, el inversionista disfruta del momento y le gusta estar presente en el desarrollo de los proyectos en los que invierte (obvio es su dinero el que está en juego), pero no es por miedo a perder el dinero, de hecho saben que ya lo perdieron, les gusta estar durante el proceso del proyecto porque consideran más importante la experiencia que el dinero propiamente dicho.
Si no te convences piensa en los señores que invierten en tu negocio, no los que te dieron un préstamo sino en los que realmente invirtieron, te dieron el dinero y no esperan que se los regreses (por ejemplo tus padres).
Pero cuando te toca a tú invertir en el negocio de alguien más lo primero que se te viene a la mente es en cuanto tiempo te regresará esa persona el dinero, si piensas así tú no eres un inversionista sino un prestamista. “El hombre exitoso sabe que fracasará, el perdedor espera no fracasar nunca”.
Lo que diferencia a las personas exitosas de ti y de mí, es que ellos están predispuestos al fracaso, por eso cuando un proyecto no resulta simplemente inician otro, pero con la experiencia del fracaso anterior es menos probable que no triunfen en sus proyectos futuros.
Pero bien, para amortiguar un poco el riesgo de perder dinero y a manera de consejo para invertir dinero en un negocio de forma segura he preparado estos 3 consejos.
1. Debes estar predispuesto al fracaso
Aunque parezca un poco fuera de lugar es muy cierto, por eso lo recomendable para invertir en un negocio es que no inviertas todo tu capital, invierte poco primeramente.
Aunque un proyecto parezca prometedor, no hay ninguna garantía de que sea un éxito rotundo.
Alrededor del 60% de las Empresas no sobreviven el primer año de operaciones y del resto solo el 10% logra existir más de 10 años.
En esto intervienen muchos factores, fuerza de ventas, estrategias de marketing, segmentación de mercado y sobre todo la capacidad de lidiar con el mercado altamente cambiante como lo es el mercado de hoy.
2. Olvídate del proyecto, mira a la persona
Cuando nos presentan un proyecto generalmente lo estudiamos al igual que el CV de la persona que nos presenta el proyecto, sin embargo pasamos por alto las capacidades reales del dueño del proyecto.
Siempre he sido del concepto que las personas valen más por lo que saben y hacen que por los cartones que tengan.
Cuando trabajé para una empresa, que obviamente no voy a nombrar, observaba como los Gerentes daban a las secretarias o ayudantes administrativos las tareas que les dejaban en sus cursos de postgrado, a fin que estos últimos les realizaran las investigaciones, luego los Gerentes solo medio leían y se iban a las exposiciones que les tocara.
Para mí es una práctica que no debería hacerse, pero es algo más común de lo que aparenta ¿o no?
Por eso es mejor hacer una análisis de la persona, el que esté a la cabeza de un proyecto debe ser una persona proactiva capaz de solucionar problemas operativos, comunes y no comunes, sin importar la envergadura del problema el Gerente o dueño del proyecto debe ser capaz de darle solución y una persona acostumbrada a que todo se lo hagan no está capacitado para esta tarea, muchos Gerentes que lean este artículo podrían no estar de acuerdo conmigo, pero lamentablemente es la verdad.
3. ¿Resuelve un problema específico?
No inviertas dinero en un proyecto que ilusamente pretenda dar solución a la hambruna mundial, ya que es una meta monumental muy difícil de lograr. Un negocio exitoso es la solución a un problema muy específico, y entre más específico el problema mejores resultados se obtendrán tanto a mediano como a largo plazo.
Si no se da solución a un problema no inviertas, porque perderás algo más que dinero. Estos son 3 consejos para invertir en un negocio de forma inteligente, ¿se te ocurre algún otro consejo que haya pasado por alto? déjalo en los comentarios.